Rio y Canela son dos peques muy especiales. Su pasado es triste; ambos pasaron mucho tiempo encerrados en una perrera sin apenas contacto humano, olvidados por su familia y por el mundo.
Pero esta triste historia es ya pasado, ellos la han olvidado y junto a nosotros viven un presente de caricias, mimos, juegos, carreras, pelotas, huesos de plástico y por supuesto ¡salchichas!
Río y Canela son, ¿cómo decirlo? Ternura en estado puro. Al estar con ellos, una oleada de bondad y afecto, te recorre el cuerpo; parece incluso que uno se volviera mejor persona Dan ganas de abrazarlos muy fuerte y de contarles que el mundo puede ser un lugar maravilloso.
Date la oportunidad de sentir algo tan especial y único. Y dales a estos peques la oportunidad de formar parte de una familia, la tuya.
Río llegó al refugio asustado y desconfiado, temía los gestos bruscos y los gritos. Con paciencia y amor, los voluntarios de El Refugio-Escuela han convertido a Río en un perrito faldero, en un perro confiado y bueno que se muere por una caricia mucho más que por una salchicha .
Canela es todo amor, todo dulzura, todo mimos. Un coscón como decimos por aquí. La única obsesión que tiene cuando nos ve llegar es que le prestemos atención, que lo cojamos en brazos y que lo acariciemos. Es el mimoso sin fin del refugio. Tiene un ojito malo por el que apenas ve, pero eso le vuelve aún si cabe, más tierno y querible.
Están en Sevilla, pero podemos enviarlos a otras provincias.
Pero esta triste historia es ya pasado, ellos la han olvidado y junto a nosotros viven un presente de caricias, mimos, juegos, carreras, pelotas, huesos de plástico y por supuesto ¡salchichas!
Río y Canela son, ¿cómo decirlo? Ternura en estado puro. Al estar con ellos, una oleada de bondad y afecto, te recorre el cuerpo; parece incluso que uno se volviera mejor persona Dan ganas de abrazarlos muy fuerte y de contarles que el mundo puede ser un lugar maravilloso.
Date la oportunidad de sentir algo tan especial y único. Y dales a estos peques la oportunidad de formar parte de una familia, la tuya.
Río llegó al refugio asustado y desconfiado, temía los gestos bruscos y los gritos. Con paciencia y amor, los voluntarios de El Refugio-Escuela han convertido a Río en un perrito faldero, en un perro confiado y bueno que se muere por una caricia mucho más que por una salchicha .
Canela es todo amor, todo dulzura, todo mimos. Un coscón como decimos por aquí. La única obsesión que tiene cuando nos ve llegar es que le prestemos atención, que lo cojamos en brazos y que lo acariciemos. Es el mimoso sin fin del refugio. Tiene un ojito malo por el que apenas ve, pero eso le vuelve aún si cabe, más tierno y querible.
Están en Sevilla, pero podemos enviarlos a otras provincias.
Contacto adopciones@elrefugioescuela.com
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