http://mispequesgigantes-ines.blogspot.com/2010/02/sin-esperanza-mucho-animo-baus-tienes.html
CADA VEZ NOS QUEDA MENOS ESPERANZA...
CADA VEZ NOS QUEDA MENOS ESPERANZA...
Amar sin límites y sin condiciones. Entregarse hasta el último aliento. Hacer de la palabra lealtad un lazo invulnerable. Regalar miradas, caricias y abrazos cómplices. Recoger el dolor, y con los dedos convertidos en varitas mágicas, transformarlo en esperanza. Todo ésto y mucho más cabe en el corazón de nuestra Helena.
Compartir la vida con Helena es un privilegio. Con ella, muchos de nosotros, hemos aprendido a mirar el mundo a través de los ojos de un perro. Le hemos dado un nuevo sentido a palabras como amor, lealtad, complicidad, solidaridad o generosidad. En definitiva hemos aprendido a querer un poquito mejor.
Porque no se trata de querer mucho, se trata de querer bien. Y Helena lo hace cada día de su vida. Los perros y gatos que han tenido la suerte de compartir con ella sus días, lo saben; los que tan sólo han estado con ella unas pocas semanas y los que llevan con ella toda una vida.
Helena siempre está. Helena nunca deja a nadie atrás. Los animales que entran en su vida tienen en su casa el tiempo que necesiten, aunque sean años, aunque sea para siempre. Viejos, tullidos, enfermos, cachorros locos, grandes, pequeños, todos encuentran con Helena un espacio en el que permanecer hasta que alguien quiera quererlos. No hay fecha de caducidad.
Helena y sus hijos han inventado un espacio en el que sentirse seguro y a salvo, y en el que aprender a vivir. Baus lo ha hecho, y tantos otros. Y Helena, nunca dice adiós, siempre es un hasta luego, porque las puertas de su casa sólo se abren para recibir. “No me quieras tanto, quiéreme mejor”
Un día de hace ya 6 meses, Baus entró en nuestras vidas desde el fondo de un pozo. Desde entonces es Helena quien ha cuidado de él, quien le ha curado a diario, quien le ha llevado al veterinario a diario, quien ha luchado para que Baus no perdiera la pata.
Finalmente, no ha podido ser, y el miércoles a Baus, le amputan la pata. Pero ¿sabes? No estamos tristes, ni nos sentimos decepcionados porque Baus gracias a Helena es hoy un perro feliz, un bellísimo animal, confiado, divertido, simpático y lleno de vida. Baus es la alegría de vivir. Correrá a tres patas, jugará a tres patas y, por supuesto ¡se subirá al sofá a tres patas!
Y seguirá siendo el mismo perro feliz para quien la vida es una oportunidad de amar y ser amado.
Compartir la vida con Helena es un privilegio. Con ella, muchos de nosotros, hemos aprendido a mirar el mundo a través de los ojos de un perro. Le hemos dado un nuevo sentido a palabras como amor, lealtad, complicidad, solidaridad o generosidad. En definitiva hemos aprendido a querer un poquito mejor.
Porque no se trata de querer mucho, se trata de querer bien. Y Helena lo hace cada día de su vida. Los perros y gatos que han tenido la suerte de compartir con ella sus días, lo saben; los que tan sólo han estado con ella unas pocas semanas y los que llevan con ella toda una vida.
Helena siempre está. Helena nunca deja a nadie atrás. Los animales que entran en su vida tienen en su casa el tiempo que necesiten, aunque sean años, aunque sea para siempre. Viejos, tullidos, enfermos, cachorros locos, grandes, pequeños, todos encuentran con Helena un espacio en el que permanecer hasta que alguien quiera quererlos. No hay fecha de caducidad.
Helena y sus hijos han inventado un espacio en el que sentirse seguro y a salvo, y en el que aprender a vivir. Baus lo ha hecho, y tantos otros. Y Helena, nunca dice adiós, siempre es un hasta luego, porque las puertas de su casa sólo se abren para recibir. “No me quieras tanto, quiéreme mejor”
Un día de hace ya 6 meses, Baus entró en nuestras vidas desde el fondo de un pozo. Desde entonces es Helena quien ha cuidado de él, quien le ha curado a diario, quien le ha llevado al veterinario a diario, quien ha luchado para que Baus no perdiera la pata.
Finalmente, no ha podido ser, y el miércoles a Baus, le amputan la pata. Pero ¿sabes? No estamos tristes, ni nos sentimos decepcionados porque Baus gracias a Helena es hoy un perro feliz, un bellísimo animal, confiado, divertido, simpático y lleno de vida. Baus es la alegría de vivir. Correrá a tres patas, jugará a tres patas y, por supuesto ¡se subirá al sofá a tres patas!
Y seguirá siendo el mismo perro feliz para quien la vida es una oportunidad de amar y ser amado.
animos! es muy duro que al final no se le pueda salvar la pata despues de lo q deben haber luchado,pero seguro q baus será feliz con tres patas,a veces liberandoles del dolor q padecen se transforman! pueden hacer vida normal,caminan,suben al sofá,corren,es duro verlos así al principio,pero lo importante es que siguen con vida,que han podido sobrevivir al maltrato y q el maltratador no se a salido con la suya.todo esto lo hemos aprendido de nuestro galguito q tambien esta amputado y verlos superarse dia a dia es una gran leccion.besos baus! y a helena por no dejar de luchar por el,personas así quedan muy pocas.
ResponderEliminarMe apena la pérdida de la patita de Baus, pero seguro que Baus puede con eso y con mucho más. Precioso el video, preciosisisismo!!!me ha hecho llorar a lágrima viva,. vaya sentimiento más enorme existe entre Helena y Baus, Helena eres un angelito, hace falta mucha gente como tú. Un abrazo!
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