DOLA Y BUBA, MAYORCITAS Y CON PEQUEÑAS MINUSVALIAS, MAS IMPORTANTE SI CABE ENCONTRARLES FAMILIA-SALAMANCA

La historias de estas dos preciosas perritas es muy triste por desgracia.
Si ya es dificil conseguir buenas familias para los perritos "normales", para los perritos que tienen alguna pequeña minusvalia pues es tarea casi imposible. Pero yo estoy convencida que en alguna parte algun angel aparecera para ellas, hay todavia personas con un grandisimo corazon que no miran el aspecto exterior, sino que saben apreciar el cariño que un animal puede darte y bueno esperemos que con este mensaje, alguna de estas buenas personas las vea y se enamore de ellas.
Las dos son extremadamente cariñosas y estan deseosas de tener una familia.
Si alguien quisiera adoptarlas pero no le es posible, siempre queda la opcion de apadrinarlas mientras aparece un familia para ellas, seria una estupenda manera de tenderlas una mano
Contacto protectora_salmantina@hotmail.com

DOLA
LLeva toda la vida en la protectora,, su caracter es alegre, es cariñosa a mas no poder y bueno necesita ya una familia,, le falta un trocito de patita pero esto no la impide hacer una vida normal
Nuestra pobre Dola debe tener una triste historia que solo ella sabe
La encontró una de nuestras colaboradoras por las afueras de Salamanca. Estaba en los huesos y ademas le falta un trozo de su patita derecha. A pesar de todo es una de nuestras niñas mas buenas y cariñosas y solo quiere mimos. Esta deseando una familia que la quiera y no la vuelva a hacer sufrir.



BUBA
SU HISTORIA:
Nuestra Buba tiene unos 9 años y ha vivido toda su vida en el refugio de la Protectora. Era la compañera de Lisy, que falleció hace unos meses de viejecita, y su gran amiga durante todos estos años. Para que no estuviera ya solita la presentamos a Pol, Bamba y Leti y enseguida todos ellos hicieron una piña y Buba rejuveneció al tener nuevos amigos con los que jugar. Una mañana, al llegar al refugio, nos extrañó encontrar a sus compañeros en un rincón de su recinto, todos juntos y atemorizados. Al no ver a Buba entramos corriendo en la casa y allí estaba, tumbada y con las patas destrozadas sin poder moverse. Tres de ellas sufrían desgarros pero la cuarta ofrecía un aspecto dantesco.
Bajamos a la clínica inmediatamente con ella y allí quedó ingresada unos días, con antibióticos y curas para intentar recomponer aquella masacre, que por su aspecto, pensamos que debe haber sido fruto de una alimaña que haya entrado. Ni a la veterinaria ni a nosotros se nos ocurre otra explicación. Todo ésto ha ocurrido hace 1 mes y a la semana Buba subió otra vez al refugio ya que lo único que cabía era esperar a ver cómo se iban regenerando los tejidos.
Durante todo este tiempo la encargada de la protectora ha curado cada día a Buba, con todo el cariño y los cuidados que podíamos darle. Han sido curas muy meticulosas y costosas que afortunadamente pronto dieron resultado en 3 de las patas pero la otra pata seguía preocupándonos a todos. Las fotos que os enviamos están hechas al mes, asi que os podéis imaginar lo que la pobre Buba ha sufrido. El hueso estaba totalmente al aire, poco a poco el tejido nuevo iba creciendo y hemos conseguido que no haya una infección, pero el viernes la veterinaria nos dijo que la recuperación completa del tejido era imposible. La herida está limpia gracias a las curas diarias pero no tiene carne donde agarrar, el peroné se ha fracturado del todo y la única solución es amputar la pata.
Se nos ha caído el alma a los pies porque durante todo este mes siempre tuvimos la esperanza de que, aunque quedara coja, Buba seguiría con sus 4 patas. Ha demostrado ser una perra maravillosa, soportando las curas y el suplicio que le representaban. Se estaba quietita, sólo se movía para intentar lamer nuestras manos o mirarnos con unos ojos llenos de agradecimiento como si supiera que todo aquéllo era igualmente de doloroso para nosotros y quisiera animarnos. Podéis comprobar en las fotos su mirada de cariño y su cara de "felicidad" cuando le hablábamos o cuando acabábamos de curarla y sabía que recibiría su comidita especial.
Buba ahora está aprendiendo a andar y a guardar el equilibrio, hay veces que anda bien pero hay otras veces que la pobre olvida que ya sólo tiene 3 patas e intenta apoyar la otra pata y se cae. Nos entristece muchísimo verla así porque cuando se cae nos mira como si quisiera preguntar "¿qué me pasa, por qué ya no puedo correr para jugar detrás de mis amigos?". Pero hay que pensar en positivo y como otros perritos discapacitados, Buba aprenderá a vivir sobre sus 3 patas, con algunas limitaciones pero seguirá tan querida como siempre que es lo importante.