Tíbet fue algun dia un perro querido, mimado y que tuvo una familia, pero sin saber como ni porqué, su familia le abandonó, le condenó a vivir entre rejas, con su collar como único recuerdo de su vida pasada, y la tristeza y nostalgia reflejada en sus ojos. Tíbet está triste, el es un perro casero, no quiere estar en una jaula, tiene mucha pena. Lleva mucho tiempo y nadie se fija en el, claro, nadie va a querer a este pobre chuchito, que ya se pasa de lo que la gente considera pequeño. Tíbet quiere ser libre de nuevo, y queremos ayudarle a conseguirlo. Es un perrete muy bueno, parece un cruce de bodeguero o algo asi, aunqeu de tamaño es mas grande. está en la zona de Toledo, contacto: adopciones@ashaprotectora. es
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