Solo una familia que está de paso en Sevilla, con un bebé y sus dos gatas, se apiadó del pobre animal. Solo esa familia observó que no se movía de la misma esquina desde donde pedía agua y comida a todo el que pasaba y solo ellos decidieron ayudarlo.
Pensando que estaba perdido, lo alimentaron y buscaron por todos los pisos de las zona a los posibles dueños, con la esperanza de que lo encontrarían.
Después de llamar a todas las puertas de la zona, pudieron comprobar que no era perdido, sino abandonado y que los vecinos de la zona ya lo sabían, fueron los que dijeron que llevaba allí tres días sin moverse del mismo sitio.
Esta familia sin saber que podía hacer con él, sin tener sitio y aún en sus circunstancias de estar de paso en la ciudad, lo han acogido y se han puesto en contacto con nosotros pidiendo ayuda para encontrar un hogar urgente para él.
LAMBER (como ellos lo han nombrado) es un gatito tierno y adorable que hará feliz a quien decida darle un hogar
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