A todos se nos hiela el corazón cuando leemos en los periódicos o vemos en los telediarios que un perro de raza de las consideradas potencialmente peligrosas ataca a una persona. En la mayoría de los casos estos ataques se producen a niños, que con mala fortuna se cruzan en el camino de un perro con un dueño que no sabe cómo educarlo, que no tiene tiempo de atenderlo o que simplemente lo quiere para fardar de perro ante sus amigos. Estas noticias, dependiendo de las épocas, suelen ser bastante frecuentes. Pero, ¿alguien ha visto alguna noticia en los medios sobre el ataque de una persona a un perro? Puede ser que no interese, que no llame la atención o que no sea noticia.
Desgraciadamente las Asociaciones Protectoras de Animales estamos al tanto de estas noticias a diario. Vemos tal cantidad de barbaridades cometidas contra los animales que tenemos la firme creencia de que los humanos también son potencialmente peligrosos para ellos.
El caso de DARKO está lleno de crueldad, maldad y un atisbo de enfermedad en la persona que ha cometido esta atrocidad. Darko sólo es un cachorro, aún está mudando sus dientes de leche, pero ésto no ha impedido que algún vecino del pueblo cordobés de Aguilar de la Frontera (Cordoba) le haya dado una paliza, le haya pegado la boca con pegamento y lo haya rociado con gasolina. Podemos decir que ha tenido suerte, alguien llegó a tiempo antes de que le prendieran fuego.
La persona que comete estos actos contra los animales es realmente peligrosa, para ellos y para el resto de personas. Pero también es peligrosa y enferma la sociedad que permite estos actos, la sociedad que mira para otro lado y que no pone remedio para que humanos de este tipo no vuelvan a cometer ninguna maldad sobre ningún otro animal.
Realmente el ser humano es capaz de llegar a lo más alto de la expresión artística, de la creación de verdaderas obras de arte arquitectónicas, escultóricas o pictóricas ante las que todos nos sentimos pequeños; pero también es capaz de llegar a lo más bajo de su condición, a la crueldad y destrucción más absoluta, ante las que nos deberíamos de sentir aterrorizados.
Darko está siendo tratado por veterinarios, tiene traumatismo craneoencefálico y no coordina bien (no sabemos si debido a los golpes o a que se ha intoxicado con el pegamento o la gasolina) Aunque el estado en el que se encuentra Darko es realmente preocupante, tenemos esperanza de que sane físicamente, gracias a las curas y cuidados que le proporcionará la persona que lo encontró. Pero no sabemos qué daños y secuelas le pueden quedar después de la brutal paliza que lo ha llevado a las puertas de la muerte. Deseamos que también se cure psicológicamente porque es aún muy pequeño y le queda mucho tiempo para conocer el amor de un humano.
Pánico da que un adulto haya podido hacer este daño gratuito a un cachorro, pero aterroriza que lo haya podido hacer un niño, aunque haya sido "jugando". Tal y como digo Henry David Thoureau en su “Desobediencia civil” (1.848), "la ardilla que matas en broma, muere de verdad..."
De lo que estamos seguros es que la persona que lo maltrató de esta manera no tiene cura posible, es un enfermo en una sociedad enferma y llena de humanos potencialmente peligrosos para los animales.
DARKO ESTA EN CORDOBA A CARGO DE LA PROTECTORA "ARCA DE NOE". SI QUEREIS HACER ALGUN DONATIVO PARA ESTE PEQUEÑO QUE TANTO HA SUFRIDO Y QUE SE VA RECUPERANDO AFORTUNADAMENTE POCO A POCO DE LAS SECUELAS (DE LAS FISICAS, LAS OTRAS...ESPERO QUE CON EL TIEMPO MEJOREN):
Entidad: Cajasur
elarcadenoecordoba@gmail.com
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